Como ya dijimos anteriormente, GNU/Linux puede utilizar el Modo Gráfico, si utiliza la aplicación XFree86.
Por otro lado, llamamos Modo Consola, al modo que es puramente texto. Gran cantidad de los temas que se enseñan en este curso se pueden probar en modo consola, o bien en una consola gráfica, dentro del modo gráfico.
Dado que UNIX es un sistema multiusuario, para poder comenzar a utilizarlo debemos ingresar el usuario y password que nos identifica. Esto lo podemos hacer tanto en modo gráfico como en modo consola.
Muchas veces, cuando ingresemos nuestra contraseña a un sistema UNIX, no
veremos los caracteres (ni siquiera un '*'). Esto se debe a que de esta
manera es más difícil que un observador sepa la cantidad de caracteres que
contiene nuestra contraseña.
Una vez que hayamos ingresado, tendremos acceso a nuestros archivos, y podremos ejecutar una gran cantidad de aplicaciones, según los permisos que se le hayan dado a nuestro usuario.
Es decir que, cada usuario que utilice el sistema tendrá un tratamiento
distinto. A esto nos referimos cuando decimos que todo sistema derivado de
UNIX es multiusuario.
En particular, existe un usuario que es el encargado de administrar el sistema, es el usuario que tiene acceso a los archivos de configuración, a instalar y desinstalar el sistema. Este usuario suele tener el nombre de root, o también superusuario.
En GNU/Linux los permisos sobre los programas y los archivos del sistema son bastante más específicos que en sistemas como Windows. Existen los conceptos de propiedad y permisos.
Propiedad: los usuarios son propietarios de archivos. Todos los archivos que un usuario crea son su propiedad.
Permisos: se refiere a lo que un usuario puede hacer con un determinado archivo, sea o no el dueño de ese archivo. Mediante los permisos, se controla quién puede visualizar, editar o ejecutar archivos en el sistema.
En GNU/Linux y en sistemas UNIX modernos en general, es normal que nuestra computadora funcione como muchas terminales a un mismo tiempo. En un sistema UNIX tradicional, por otro lado, cada estación de trabajo nos daría acceso a una única terminal del sistema.
A esta característica que nos permite tener varias terminales en una sola computadora, la llamamos consolas virtuales.
Para cambiar de una terminal a otra, normalmente se utiliza la combinación de teclas Alt-F1, Alt-F2, etc. O bien, Ctrl-Alt-F1, Ctrl-Alt-F2, etc.
Dentro de una consola podemos movernos hacia arriba o hacia abajo, utilizando la combinación de teclas Shift-PgUp y Shift-PgDn.
Como en otros sistemas operativos, es importante ejecutar un comando que cierre todas aquellas aplicaciones que estén corriendo, antes de apagar el sistema. En caso contrario, al reiniciar el sistema operativo se efectuará una verificación del disco rígido.
A diferencia de otros sistemas operativos, los sistemas UNIX están pensados para permanecer encendidos constantemente, esto hace que los usuarios comunes (los que no son el superusuario) no puedan apagar el sistema en forma remota.
En consecuencia, cuando solamente tenemos acceso de nivel usuario a una computadora con un sistema UNIX, la única manera de apagarla en forma segura es haciendo Ctrl-Alt-Del desde modo consola. Una vez presionada esta combinación de teclas, todos los procesos que se estén ejecutando serán detenidos, y la computadora se reiniciará.
En cambio, si fuéramos el superusuario del sistema, podremos ejecutar los
comandos halt
o reboot
para apagar o reiniciar el sistema,
respectivamente.